Mierda que gira! Literalmente, mi pobre vidita no para de girar en la posición tres de este lavarropas automático, más sin jabón, ni siquiera un baja espuma para suavizar.
Hoy boca arriba, tres segundos después vuelta abajo, mirando a derecha y doblando por izquierda. Incertidumbre: ¿existe dios? ¿Qué me decís? Yo nada, ya no digo más.
Mi destino, ese que reniego de tener sellado de antemano, ¿existe? ¿Alguien lo escribió? ¿Lo escribieron con lapicera, tinta indeleble, o sólo lápiz que se puede borrar y volver a escribir? ¿Quien carajo lo escribe, y por qué se escribe y no se dibuja? Si, si, la respuesta sigue siendo la misma: je ne sais pas! Je ne sais rien de rien!!
Por las dudas escribo, escribo y escribo. No vaya a ser que por esas casualidades me encuentre con un lápiz mágico escondido por ahí.
Hoy boca arriba, tres segundos después vuelta abajo, mirando a derecha y doblando por izquierda. Incertidumbre: ¿existe dios? ¿Qué me decís? Yo nada, ya no digo más.
Mi destino, ese que reniego de tener sellado de antemano, ¿existe? ¿Alguien lo escribió? ¿Lo escribieron con lapicera, tinta indeleble, o sólo lápiz que se puede borrar y volver a escribir? ¿Quien carajo lo escribe, y por qué se escribe y no se dibuja? Si, si, la respuesta sigue siendo la misma: je ne sais pas! Je ne sais rien de rien!!
Por las dudas escribo, escribo y escribo. No vaya a ser que por esas casualidades me encuentre con un lápiz mágico escondido por ahí.
