Wednesday, October 31, 2007

De las cosas escritas

Hay cosas escritas perdidas por ahí. Son ideas, sensaciones sentimientos arrebatados que urgen por salir, que no resisten quemarse por dentro.
Cuantas veces la acción arbitraria y descuidada de un back up nos roba copiosas páginas escritas con la cólera del derrotero sentimental. Líneas empapadas de colores, a veces de lágrimas y sopladas por la risa también. Escribir no es sólo manifestar, es también descubrir… descubrir a qué sabe ese sentimiento que engendramos adentro una vez escrito, plasmado en letras visibles. Porque nunca es igual, nunca suena igual en mi cabeza que en el papel o la pantalla, por más fiel que intente ser. Siempre algo se pierde en la traducción.
Personalmente siento que al modelar así el interior de la mente, se le quita mucho de lo que tiene como esencia, pierde la capacidad de transformarse, se acota a lo que se escribe y a nada más que eso. Cuando en realidad el sentir interno es mucho más amplio, sólo que uno eligió esas justas palabras para exponerlo… pero no otras, un sinfín innumerable de otras formas quedaron sin salir para dar lugar a la única que queda plasmada como verdad absoluta de lo que pensamos.
Pero es inevitable, para trascender la idea se debe petrificar, recortar a través de palabras, arbitrarias letras y signos. A veces al punto de transformarse instantáneamente en algo diferente de lo que era en el interior.
Si esto pasa con la percepción de quien escribe, sobre lo que escribe… imaginen en qué se transforma esa idea, ya escrita y transformada cuando es leída por otro. Cuando es interpretada por otros ojos, a partir de otros criterios y experiencias… Suerte es si después de este proceso la idea guarda alguna pizca siquiera de lo que fue su original. Aunque en esta “deformación” nace la posibilidad infinita. Desde que un pensamiento queda escrito y se hace público, ya no pertenece más a su autor sino a todo el que fortuitamente lo lea y se detenga dos segundos a pensarlo e interpretarlo. Lo hace también suyo, le imprime sus preconceptos y lo pinta con sus imágenes. Lo adorna según los sonidos que le provoque y hace comunión con él según su estado de ánimo.
Probablemente el lector comente algo al respecto y quienes lo escuchen algo también mezclarán. Y sigue zigzagueando así el tren con cada vez más vagones, quien sabe hasta donde pueda llegar y por que vías viajará.
Esas son las vicisitudes de las cosas escritas por ahí. Las que se pierden, no hablaran nunca más, pero tienen identidad ya que al menos sólo una vez se delinearon con palabras, letras, curvas y puntos. Tal vez alguien las encuentre después y tengan mejor o pero suerte, al azar de las manos en que caigan.
De las cosas nunca escritas pero pensadas nadie más es dueño, es el pedacito que se guarda para sí. De su suerte nos ocupamos sus pensantes, pero ocurre que la mente también sabe hacer back up sin dejarnos copia de seguridad.

Sunday, October 07, 2007

Descubriendo que se hablar Parcel



Estos son los momentos del día en que mas pienso de manera poética o al menos en una forma interesante para contar…
Es que además de que llovió y el cielo fue hierro por minutos se impregno el aire de ese olor, el de siempre, el viejo, el de plomo virgen y mentas viejas.
Debería escribir sobre todo lo importante, es decir sobre todo lo políticamente importante? O no? O a nadie le importa eso en realidad?? Creo que así es como es el asunto.
Y ahora que veo mi ojo verde de serpiente que da miedo me doy cuenta, la fantasía es lo mas divertido y entretenido sobre lo cual escribir. Y no es arbitrario lo que digo. Por supuesto, no siempre es así, ya que hay veces en que la realidad, esa que nos ocurre es muuuuy divertida, desopilante, extravagante y etcéteras.
Como esos días en que salgo a la calle o por ahí, con ideas de nada, de pasos y rutinas y los hechos se van dando de manera inesperada… hasta que me doy cuenta de que estoy en algo raro, que huele un poco a canela (ya debería empezar a sospechar de los olores). Aunque en realidad los olores se los agrego ahora, tipo voz en off, mira si justo el aula 109 va a oler a canela el viernes a las 4.36 de la tarde??
Aunque la canela se agregue adrede ahora, está, estaba o por lo menos ella sabia q debía ser ella. Yo no, lo se ahora. Pero ojo, hay otras especias, se ve que al cambiar de aire aparecen otras, por ejemplo, en los bares aparece otro olor más áspero y mas intenso, como a pino añejo mezclado con ron. Ahora que en los bares no se puede fumar más, los distingo mejor, antes me ahogaba un poco.
Volviendo, decía, que los olores son alertas, o deberían serlo, de cuando el viento cambia y trae nuevas Mery Poppins para sorprender. Aunque cuando llega alguna, ya es tarde para avivarse con la canela, de un plumazo te sacudió con paraguas, cuba libres y todo, no importa cuanto el cantante se parezca a Dargelos o quiera ser Axel.
Estoy esquivando los paraguas y los sombreros con pájaros, pero cuba es libre de nuevo, aunque no debería (ya me la veo venir, pero de la sierra bajan igual los peludos), es el momento de las sonrisas, de las ganas de sorpresas, aparece la serpiente. Se que no se parcel pero le hablo igual, no me importa, quiero probar. Y de repente todo el teatro esta guionado en parcel, es divertido. Se ve diferente… cabe aclarar que en esta lengua, las cosas muchas veces no son lo que parecen ser. Es un idioma pícaro y juega con los hablantes, hace que se confundan y malentiendan, asombren y asusten, también los hace berrear pavadas y Cuba ayuda con los sinsentidos.
Todos son serpientes y deslizan suaves las lenguas, erizando la piel, se toman el parcel en serio parece. Otros sacan escamas y la dermis se les hace pegote húmedo… pero esas son otras tormentas.
Mery Poppins; al final le abrí la chimenea para que se fuera, ella no cabía en este loft, me pareció que el te verde no era para ella. Pero lo divertido y que hace feliz es que ella siempre vuelve, picara su esencia. Se cambia la piel y los idiomas, otras veces supo dialectos algo más ibéricos y tenia un gamulan. Miles de veces llega solo como canción y en verano también como brisa, y otra vez la sonrisa.
De esta vez, me dejo el Parcel y el descubrimiento de lo suave de las pieles de serpiente…